Príncipe Valiente: Un "cásico" restaurado

El Príncipe Valiente, es una de las mejores obras de la Historia del Cómic, y como toda obra artística sufre el deterioro del inexorable paso del tiempo. Así, como se hace con las pinturas, los palacios e incluso con las viejas cintas cinematográficas, ha de procederse a su restauración. Y esto es lo que se ha hecho en la edición de Planeta, restaurar, aplicando las más modernas técnicas, tanto en el color como en el propio dibujo. El resultado, al margen de tanta polémica, a mí me parece satisfactorio, y sobre todo si lo comparo con mis viejos fascículos de ediciones B, donde sólo se ven manchas y trazos confusos y difuminados. Para mí ha sido una gozada volver a leer el Príncipe Valiente a todo color, en tapa dura y con un papel de buena calidad.

Hal Foster creó al Príncipe Valiente en el año 1937, situando al personaje en una época mítica, en los días del rey Arturo. Así la historia toma unos tonos épicos y de leyenda medieval, mezclados con los mitos artúricos. Todo ello sin olvidar que los acontecimientos históricos que se describen corresponden más o menos al siglo V. En esta época, el Imperio Romano se había comenzado a disolver y había abandonado las islas británicas. Inglaterra entonces comenzó a sufrir los ataques de los Sajones (tribus germánicas de Europa del este) y de los Pictos (habitantes tempranos de Escocia). Sin embargo, Foster usa muchos anacronismos, reflejando hechos y costumbres que pertenecen a otras épocas, todo ello siempre como una técnica narrativa útil para contarnos la aventuras del Príncipe Valiente.

Un aspecto del que se ha discutido mucho, es sobre si el Príncipe Valiente es un cómic o se trata de una novela ilustrada, ya que falta un elemento distintivo del cómic, como es el uso de los bocadillos. Sobre esto hay que decir que la narrativa empleada por Hal Foster es la propia del arte secuencial, de la sucesión de viñetas para contar una historia. Así, aunque se trate de obras muy diferentes y muy distanciadas en el tiempo, You are here de Kyle Baker tampoco usa los famosos bocadillos y sin embargo nadie duda de su naturaleza de cómic.

Príncipe Valiente es una magnífica combinación de obra literaria y artística. Sus ilustraciones son una auténtica maravilla visual y la historia de Valiente tiene los necesarios componentes trágicos, humorísticos y humanos que hacen que esta obra sea un clásico del cómic de aventuras.