El Coronel Furia (así se titulaba la serie cuando la editaba Vértice en España) de Jim Steranko es, sin lugar a dudas, la mejor etapa del personaje. Steranko revolucionó el comic-book creando un nuevo estilo de historias de espías a lo James Bond con elementos de cómic se superhéroes y con una narrativa muy influida por el lenguaje cinematográfico.
Este cómic de finales de los 60, incorpora innovaciones de tipo estético, muy próximas el pop art y a la psicodelia tan en boga en aquella época. Otro gran hallazgo fue toda la ingente cantidad de gadgets y tecnología fantástica diseñados por la increíble imaginación de Steranko. Aunque en un primer momento se nota la influencia de Kirby en el dibujo, conforme van transcurriendo los sucesivos episodios, Steranko se va soltando y adquiriendo una mayor personalidad, siendo los últimos episodios de Strange Tales (la colección americana en la que aparecía Nick Fury), los mejor dibujados de toda la colección.
Como he dicho antes, la narrativa está muy influenciada por el cine, pero también aparecen otras innovaciones que hacen de esta serie algo único, como la utilización de montajes fotográficos, la vanguardista disposición de las páginas, la distribución de las viñetas…
Pero además de todo ello, el Nick Furia de Steranko es un cómic de aventuras y acción entretenidísimo, un thriller trepidante con momentos inolvidables en la historia del cómic, como la partida de ajedrez del Doctor Muerte, el automóvil invisible del Capitán América, la pesadilla surrealista y onírica de Nick Furia…
Este cómic abrió muchos caminos y algunos de sus experimentos fueron empleados por otros artistas posteriormente. Una de sus mayores influencias la podemos encontrar en otro cómic del que soy un apasionado admirador, que es el Shang Chi de Doug Moench y Paul Gulacy . Finalmente, recomendar a todo aquel que esté interesado en este cómic, que adquiera la magnífica edición que realizó Planeta en dos tomos que recopilan toda esta maravillosa etapa.
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