La saga de los Vengadores conocida como la Guerra Kree/Skrull es quizá el momento cumbre de esta colección. En mi caso, fue a través de estos episodios en los que salía el Capitán Marvel (que era mi héroe favorito) como me enganché durante muchísimos años a Los Vengadores, siendo esta serie mi preferida dentro del Universo Marvel. Esta saga se desarrolló en los números 89 a 97 de la serie USA The Avengers durante los años 1.971/72.
Roy Thomas compone una saga de proporciones cósmicas, en la que se anticipan muchos de los elementos que posteriormente pondría de moda Star Wars como eran las guerras espaciales y el tono épico de space opera. Cada episodio de la saga era un ir más allá, una sorpresa, un canto a la imaginación. Pero todo esto no habría sido posible sin la colaboración de uno de los mejores dibujantes de todos los tiempos, ya que Neal Adams plasma en las páginas de estos tebeos el torbellino de ideas de Thomas con una maestría inigualable. Algunos de los episodios están dibujados por Sal Buscema, que con su oficio y su experiencia sabe mantener la serie en los niveles de calidad exigidos. Tom Palmer resulta el entintador perfecto para proporcionar a la saga de una homogeneidad estilística.
Uno de los episodios que me parecen mejores es el del Hombre Hormiga viajando por el interior del cuerpo androide de La Visión, teniendo como referencia la expedición dentro del cuerpo humano de Viaje Alucinante de Isaac Asimov. Neal Adams refleja como nadie el psicodélico y surrealista viaje de Hank Pym ayudado por dos hormigas con las que mantiene unos divertidos diálogos. Y es que Thomas toma prestadas de la ciencia ficción muchas ideas y conceptos que son revestidos bajo la fórmula del cómic de superhéroes y que evidencian la afición de este guionista por este género literario.
Otra de las pasiones de Thomas son los cómics de superhéroes de la Silver Age, y así lo manifiesta de una forma asombrosa y brillante en el homenaje a todos esos personajes que realiza al final de la saga con un Rick Jones, casi alter ego de Thomas, que simboliza al viejo lector de cómics cuyo poder reside en la imaginación y en el recuerdo, que nunca será el superhéroe que siempre soñó, pero que en definitiva es el depositario del mayor de los poderes, que es la fantasía, la pasión por los cómics y el amor hacia unos viejos personajes.
Es una pena, tebeonauta, pero esta saga tan importante no me la he leído :(
ResponderEliminarPues como en el Mundial: A POR ELLA...
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