jueves, 2 de marzo de 2006
Los clásicos del cómic de la prensa: Qué aburrimiento
Ahora que Planeta se ha lanzado a editar los clásicos del cómic publicados en prensa, quiero hacer algunas reflexiones sobre este tipo de cómics. Los autores que se dedicaban a hacer tiras de prensa diaria eran conscientes de que hacían un tipo de arte que podríamos denominar efímero, de usar y tirar, pero de usar y tirar en pocos segundos, por lo que el autor tenía que desarrollar tramas y personajes que engancharan a los lectores a su tira diaria durante semanas, meses e incluso años. Evidentemente el secreto de la narrativa estaba limitado a las tres o cuatro viñetas de la tira. Claro, si recopilamos en unos volúmenes las tiras diarias desarrolladas durante meses, incluso años, vemos que no hay ritmo, ni composición de página y que la lectura se hace pesada e incluso aburrida. Así, cómics y autores que han sido considerado claves en el desarrollo de la narrativa gráfica, al recuperarlos bajo la fórmula de la recopilación de las tiras en voluminosos tomos, hace de su lectura una difícil digestión, y al final para lo único que sirven este tipo de ediciones es para conservar esos cómics pioneros en tomos que engordan las estanterías de nuestras casas. Y esto lo digo porque dejando aparte la etapa de Rip Kirby realizada por el gran Alex Raymond, todo lo demás que se está editando me está dejando de interesar. Terry y los Piratas terminó aburriéndome soberanamente y lo dejé en el tomo 6, y eso que reconozco las dotes narrativas de Milton Caniff; el Rip Kirby de Dickenson y Prentice me pareció soporífero y por supuesto no lo terminé, el tomito que editó Recerca de Dick Tracy era malo, malo de solemnidad y el primer número de Modesty Blaise como que simpático, pero nada más, eso sí de lectura cansada por esa falta de ritmo propia de un cómic que no fue pensado para este tipo de recopilaciones.
El Príncipe Valiente es un caso aparte, ya que aquí se trataba de dominicales de página semanal, donde el autor ya tenía en cuenta la disposición de la página y el ritmo y la narrativa adecuados a dicha página. Es cierto que la recopilación de todas las planchas dominicales en tomos también tiene carencias de ritmo, pero su lectura es mucho más llevadera que las recopilaciones de las tiras de prensa. A esto hay que añadir el grandioso talento de Hal Foster tanto en su faceta de dibujante como en la de ilustrador.
En resumen, que creo que estas reediciones de los clásicos de la prensa están más pensadas para coleccionistas nostálgicos que para ser leídas y disfrutadas por las nuevas generaciones de lectores (no situándome en mi caso en ninguno de estos supuestos).
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ZZZzzzzzZZZZZZZZzzzzzzzzZZZZZZZZ
ResponderEliminar;-)
Bromas aparte, la verdad es que yo no he comprado ninguno de los tomos de las obras mencionadas porque temo que sean un tostón de cuidado.
Si puedes no te pierdas príncipe Valiente, que es una joya.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo.
ResponderEliminarCreo ademas que te has olvidado de comentar que los guiones han envejecido fatal,son simples e infantiles.
Son aburridamente clasicos.