lunes, 10 de septiembre de 2007

Lecturas veraniegas IV: Vértigo

Continuamos con esto de repasar las lecturas de este verano, a la sombra de una palmera, echado en una buena hamaca y con el maravilloso susurro de las olas al fondo (lo de las chicas en bikini lo dejo para vuestra imaginación). Así, ahora le toca el turno a dos estupendos cómics de la línea Vertigo:

100 Balas, Corrupto: de esta serie ya he hablado en alguna otra ocasión. En este último tomo publicado por Planeta continuamos con la casi ininteligible trama urdida por Azzarello, en la que su desarrollo es lo que menos me importa. Lo que me atrae de este cómic es lo bien que están reflejados esos ambientes tan propios del género negro, además de los impactantes diálogos de sus personajes y las historias que nos va relatando. En Corrupto sobresale la historia de los hermanos Remi y Ronnie (¿Rómulo y Remo?) en la que el vínculo fraternal está por encima de todo lo demás. Por un hermano se hace lo que sea, aunque éste te haya jodido la vida. Todo ello bajo el trasfondo sórdido del tráfico ilegal de carne, que sirve como como contrapunto metafórico de las transacciones en las que se basan los negocios de los gangsters. Con respecto al dibujo de Eduardo Risso, sólo decir que está tan estupendo como siempre, con ese dominio de la composición de página y del juego de luces y sombras, de tal manera que la calidad de la serie es tan deudora de los guiones de Azzarello como de los espléndida narrativa gráfica de Risso.

Blanco Humano, El Usurpador: Último tomo de esta magnífica serie escrita por Peter Milligan. La primera historia podría estar firmada por el mismísimo Carlos Saura, hasta tal punto que yo creo que Milligan se ha inspirado en la película Pipermint Frappé para escribir este relato de amor egoísta y enfermizo. A continuación el tomo contiene una historia sobre la guerra de Irak, de esas que tanto le gusta contar a Milligan, para finalizar con el arco argumental que da nombre a este recopilatorio, y que es realmente alucinante. Todo un ejemplo de como dar una nueva vuelta de tuerca a una colección que estaba basada en que nada es lo que parece y en que las apariencias engañan. Un final realmente impresionante que deja en el lector una sensación de estar al borde del abismo que provoca auténtico Vértigo.

3 comentarios:

  1. De Blanco humano lo último que he leído ha sido el recopilatorio "Living in Amerika", y la verdad es que me ha dejado un sabor agridulce. Por una parte, el dibujo me encanta: un alumno aventajado de la escuela Caniff-Toth-Mazzuchelli. Pero el guión, sin ser malo, baja unos cuantos enteros respecto a lo anterior, con algunos tópicos demasiado manidos (no sé si recuerdas la historia del cura, muy facilona para lo que es capaz Milligan) y algo soso en general. Muy lejos de las sorpresas y los giros casi continuos de las primeras historias...

    ResponderEliminar
  2. A mi el útimo tomo de Blanco Humano me encato, el final me pareció buenismo, tras leerlo te quedas parado pensado "jodeeeer", una maravilla.

    Sobre 100 Balas estoy leyendo la serie mensual, y estoy un poco mo tu me encanta Risso, y me gustan mucho los ambienets el diálogo y como se "mueven" los personajes, pero lo que se supone que es la trama central de la obra no ha conseguido hasta ahora interesarme demasiado.

    ResponderEliminar
  3. Disiento de tu opinión tetebeos, Living in Amerika, En el nombre del Padre, y El Usurpador me parecen tres tomos estupendos, con un Peter Milligan que demuestra ser uno de los mejores guionistas del momento, y que continuan estupendamente las historias publicadas en la etapa de Norma. Blanco Humano es una serie estupenda en la que lo que menos me convence es precisamente la parte gráfica.

    Fer1980, coincidimos en que la trama central de 100 balas es casi lo de menos. la verdad es que Azzarello la alarga y complica tanto que yo ya me he perdido. Debería de releer esta colección, pero la falta de tiempo y la cantidad de cosas interesantes que se publican actualmente, me lo impiden. Obviando este aspecto, a mí me sigue enganchando y mucho el estilo literario de Azzarello y el estupendo dibujo de Risso.

    ResponderEliminar