miércoles, 26 de septiembre de 2007

Mi tebeoteca: Sleeper


Sleeper de Ed Brubaker y Sean Phillips es un estupendo cómic que pertenece a esa extraña mixtura de género negro con superhéroes o de superhéroes con tono de thriller. De todas maneras, los personajes que aparecen en sus páginas son de todo menos superhéroes. Bueno sí, tiene superpoderes, pero de héroes bien poquito. Y es que en definitiva ésa es la temática de estas dos maxiseries de 12 números, en las que Brubaker nos muestra lo difícil que resulta distinguir el bien del mal. Todo depende del punto de vista, de la subjetividad, del bando en el que nos haya tocado estar. Sleeper es en cómic lo que Infiltados de Scorsese es en cine; se trata de dos obras que aunque pertenezcan a diferentes medios tienen en común una temática muy similar. Holden Carver, el protagonista de Sleeper, es un agente doble, un infiltrado de la agencia gubernamental O.I. dirigida por Lynch en la organización terrorista de Tao. Carver tiene que actuar igual que los agentes de Tao, de tal manera que se transforma también en un terrorista, y es en ese proceso de transformación cuando se hace consciente de que los métodos de ambas organizaciones no son tan distintos, de que el fin justifica los medios, y de que en realidad es un peón más de la peligrosa partida de ajedrez entablada entre Lynch y Tao. Precisamente este juego entre enemigos enconados me recuerda mucho a la rivalidad que aparece en la serie de Shang Chi entre su padre Fu Manchu y el líder del MI-6 británico Sir Denis Nayland Smith, y como el maestro del Kung Fu se veía atrapado en un juego de mentiras y engaños siendo manipulado y utilizado como un instrumento en manos del odio de los eternos rivales.

Ese dilema moral, esa pérdida de valores y de referencias tiene puntos de conexión con otro gran cómic, Blanco Humano de Peter Milligan del que he hablado en alguna otra ocasión en este blog. Nos encontramos ante un terrible relativismo en el que los protagonistas no saben cuáles han de ser los dictados éticos que han de seguir. No estamos ante el superhéroe que actúa según la moral judeocristiana del no matarás, no robarás y ayudarás a los débiles. Brubaker en un excelente guión (el mejor de los que le he leído) nos describe magistralmente a unos seres desprovistos de ese freno ético que impediría llevar a cabo sus misiones. Por otro lado, la rebelión individual frente a la manipulación de los más poderosos será una guía para Carver y su amante Miss Misery. Brubaker, en el epílogo de la serie, reconoce que uno de los puntos que más le ha interesado desarrollar es precisamente la relación amorosa entre estos dos personajes. Uno de los romances más originales que yo he leído en un cómic, con una relación amor/pasión/sadomasoquismo/odio totalmente tórrida y sorprendente. Como es también sorprendente el final de la serie, un desenlace diferente y muy amargo aunque con un adecuado toque feliz.





Por otra parte, Sean Phillips está que se sale a los lápices, proporcionando esa ambientación oscura tan necesaria y adecuada a la historia que nos cuenta Brubaker. La excelente distribución de las viñetas en cada página, el ritmo y la narrativa de la peleas y escenas de acción hacen que este sea el mejor trabajo de este dibujante inglés. Todo ello acompañado del magnífico color de Carrie Strachan, Alex Sinclair y Tony Aviña que han contribuido a proporcionar a este cómic una estética diferente a la habitual.

3 comentarios:

  1. Muy buen post, de acuerdo con todo, es lo mejor que he leido de Bru y viendo su nivel habitual eso ya es mucho decir, me ha gustado la comparación con Infiltrados yo también la vi y eso hizó que me gustase aun más una peli que me parece (como casi todo lo del Maestro Scorcese) cojonuda, por lo demás creo que también tiene mucho merito como Bru consigue intregar todo esto en el Universo Wildstorn con la presencia de un Grifter (en Point Blank y en la secuela) que no solo no desentona si no todo lo contrario, por otra Philips como casi siempre (y digo casi por que no me parece un dibujante para la Patrulla X y sus números allí así parecen demostrarlo)genial.

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  2. Si hubiera sido otro fin, no sería un final idóneo para Sleeper.

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  3. Me alegro de que coincidamos fer1980. El paralelismo con Infiltrados es total. De todas las maneras la película es un remake de una peli coreana que no está tan bien como la de Scorsese.

    Markitos, hacía tiempo que no te leía por aquí. El final es cojonudo, en plan Phillip K. Dick.

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