miércoles, 25 de octubre de 2006

Sayonara... Asa


Una vez leído el tomo 10 del manga Asa, el ejecutor, me reafirmo en que este cómic de
Kazuo Koike y Goseki Kojima es superior a El lobo solitario y su cahorro, obra realizada por los mismos autores y de mayor fama.

Las diferentes historias que conforman los 10 volúmenes editados por Planeta, son un ejemplo de cómo narrar con maestría, y además haciéndolo con ese lirismo oriental en el que lo más truculento adquiere un aire poético. El dibujo de Kojima se caracteriza por tener un trazo suelto, con un buen sombreado que refleja con gran realismo ese Japón del shogunato en el que vive Asaemon Yamada. Es sabido que el estilo de este dibujante ejerció gran influencia en la forma de dibujar de Frank Miller.

Los guiones de Kazuo Koike exploran el camino del samurai, mostrándonos una ética, una forma de ver la vida, en la que Asa se eleva sobre los demás personajes debido a su rectitud y al compromiso con su papel de ejecutor que le fue transmitido por su padre.

"Todo fluye, nada permanece, ningún ser vive eternamente, la vida es el sueño de la existencia, todo es ilusión". Esta es precisamente la letanía que le enseña a Asa su padre, y que sirve de guía al protagonista en los momentos en los que tiene que ejercer de verdugo de aquéllos que han sido condenados por la implacable justicia del Shogún.
Ya que el trabajo de la familia de Asa ha sido desde siempre el probar las espadas del gobernante mediante la ejecución de los reos sentenciados con la pena capital.

Tras la lectura del último tomo me entró como una sensación de tristeza por asistir al último golpe de katana de un personaje que me ha fascinado durante los 10 meses que ha durado la publicación de la serie. Así, el último capítulo, supone una postrera reflexión sobre la igualdad de los hombres, que se ve rota por las circunstancias de la vida, que provocan que unos sean verdugos y otros condenados.

Sólo queda esperar a la edición de Lady Snowblood, con guiones de Koike y que va a ser publicada en breve también por Planeta.

1 comentario: