lunes, 16 de octubre de 2006

Mi tebeoteca: Y, el último hombre


Y, el último hombre, de Brian K. Vaughan, es uno de los cómics más entretenidos e interesantes de la actual Vértigo. El planteamiento no puede ser más sugerente, tras una extraña plaga que fulmina a todos los hombres de la faz de la Tierra, sólo uno sobrevive en un mundo habitado exclusivamente por féminas. Cualquier macho que lea esto dirá: Esto es el paraíso, yo el único tío que existe y con todas las mujeres del planeta, hambrientas de sexo y locas por acostarse con el único elemento masculino que queda vivo. Bufff, sólo pensarlo y …

Pues estáis equivocados amigos del sexo masculino. En esa situación vuestra vida sería un infierno, y si no que se lo pregunten a Yorick Brown, el afortunado/desafortunado superviviente de esa plaga maldita que ha asolado a la humanidad. Bueno, se me olvidaba, hay otro único macho que también ha sobrevivido, se trata de un monico un tanto cabrón que se llama Ampersand, y que juega un papel más importante que el de ser el contrapunto cómico y esperpéntico de la única masculinidad existente.

Desde el inicio hasta el último tomo que he leído (El anillo de la verdad), la serie va en un crescendo de interés y de calidad, que hace que estés deseando leer el siguiente tomo. Esto es algo que actualmente me pasa con muy pocas series. Quizá sea una sensación similar a la que tengo cuando leo Los Muertos Vivientes de Robert Kirkman. Es curioso, porque pese a que estamos ante series muy distintas, les encuentro puntos en común: el futuro postapocalítico, magníficos diálogos, acción y aventura asegurada, reflexiones profundas sobre la naturaleza humana, … Hasta encuentro parecidos entre los dos guionistas Vaughan y Kirkman, y no sólo su juventud, sino una misma manera de hacer cómics, en la que el entretenimiento es lo fundamental, pero sin olvidar contar cosas que nos hagan pensar (ya desarrollaré en otro próximo post lo que opino sobre cómics entretenidos versus cómics plomazos).

De todas maneras, el tomo que más me ha gustado hasta ahora ha sido El anillo de la verdad. Y concretamente el primer arco argumental en el que Yorick vive una tórrida historia de amor con una tal Beth, y en el que a través de los magníficos diálogos de los personajes se hacen unas reflexiones muy interesantes sobre la religión y el machismo católico. Pocas veces he leído una crítica tan mordaz e inteligente sobre el catolicismo, y ello en un tebeo que no aburre, que engancha y en el que la acción es un elemento fundamental.

La historia de Y, el último hombre tiene una estructura de road movie, ya que los protagonistas viajan por todo el territorio de EEUU buscando saber qué le ha sucedido al mundo y cuál podría ser la medicina que permitiese sobrevivir a los hombres para que la especie perdure. En ese viaje encontramos a diversos personajes como la Agente 355 o la Doctora Allison Mann que acompañan a Yorick y le ayudan, cada una de ellas por diferentes motivos. También aparece otro personaje muy interesante, que es la hermana del protagonista, Hero Brown, que se une a un grupo llamado las Hijas de las Amazonas, cuya ideología es de un feminismo fanático cuasi fascista.

En cuanto a la parte gráfica, Pia Guerra es una dibujante que tiene un estilo simple, o más bien simplificador, que en un principio no dice nada, pero que conforme avanza la serie va demostrando ser una eficaz narradora, que sabe estar al servicio de la historia, alejándose de los clichés más tópicos del cómic de superhéroes preponderante en el mercado americano.

En definitiva, un cómic muy recomendable, al que le sienta muy bien la recopilación en tomos, y al que se puede reenganchar uno mediante la nueva edición que va a comenzar Planeta en breve desde su primer número.

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