¿Qué coño pasó con los cómics en los 90?

Ya lo he dicho en muchas ocasiones, los cómics de los 80 fueron los mejores. En mi caso concreto, los 80 representan la época en la que me reenganché a esto de los cómics después de haberlos vivido de una manera infantil. En los 90, yo y muchos aficionados nos alejamos de los cómics sencillamente porque dejaron de ser tan buenos. Así, echando la vista atrás podemos analizar algunas de las causas que sucedieron en este mundo del cómic en la pasada década y que provocaron que la industria entrara en crisis, que se cerraran muchas colecciones y en definitiva que bajaran las ventas:

- La aparición de Image: algunos de los llamados artistas hot del momento (Todd McFarlane, Rob Liefeld, Jim Lee, etc…) crearon esta independiente que emergió como la tercera editorial en discordia en el panorama americano. Se trataba de aprovechar económicamente el tirón que tenían estos dibujantes mediante la formula de “nos los editamos nosotros, nosotros nos quedamos el beneficio”. Así, surgieron engendros como Spawn o Witchblade que se caracterizaron por ese estilo Image de dibujos de "puta madre" con tías macizorras y tíos súper musculosos, pero nada de guión. No se respetaban mucho las fechas de entrega, pero daba igual, se sacaban muchos números uno con portadas alternativas y a exprimir a los coleccionistas. No eran tontos estos chicos, y el caso es que hasta en la Marvel y DC empezaron a aparecer clones de Liefeld y compañía y esto terminó de dar la puntilla a la calidad de los cómics.

- Los héroes oscuros: Tras el éxito de Watchmen o del Batman de Frank Miller, todos los superhéroes tenían que estar mal del bolo, aparecer siempre con los dientes muy apretados, con algunas gotitas de sangre en la máscara a poder ser, y si eran más bestias que el villano de turno mejor. De la revisión y de la sátira del mito superheroico de los 80 se pasó a la simplificación y al esquematismo repetido hasta la saciedad.




- Momentos para tirar por el váter: Las diferentes editoriales viendo la caída estrepitosa de las ventas de los cómics de superhéroes pensaron que había que remover el mercado con acontecimientos mayúsculos, y ahí tenemos las grandes cagadas como la saga del clon de Spiderman, la saga de Knightfall de Batman, el Superman ese electro-azul que no había por donde cogerlo, etc.





- La unión de editoriales a veces no produce sinergias: Otro de los grandes bodrios de los 90 fue la miniserie titulada DC versus Marvel en la que se creó esa estupidez llamada el Universo Amalgam y que respondía a la necesidad de llamar la atención del aficionado para incrementar las ventas fuera como fuera. Pero ni aún así.






Pese a todo también hubo cosas interesantes en los 90, como por ejemplo:




- El ascenso de la línea Vertigo: El desembarco de la flota inglesa en el cómic americano con autores como Alan Moore, Neil Gaiman, Grant Morrison, Jamie Delano o Peter Milligan dejó un importantísimo legado que fue la línea Vertigo, caracterizada por el tratamiento más adulto de los cómics y con auténticas joyas como Hellblazer y sobre todo Sandman, que aunque empezaron a publicarse a finales de los 80, el grueso de su producción fue durante los 90.




- Nuevos autores con nuevos planteamientos: Así, podemos destacar a Kurt Busiek (magníficos sus Vengadores) o a nivel artístico a Alex Ross que realizó dos obras emblemáticas de los 90, Marvels para Marvel y Kingdom Come para la DC. Está claro, que no llegaban a los niveles de calidad de las obras maestras de los 80, pero sí suponían ambos cómics una luz de esperanza dentro de la floja producción de la pasada década.






- Los Marvel Knights: El Daredevil de Kevin Smith, el Punisher de Garth Ennis y sobre todo los Inhumanos de Paul Jenkins supusieron una ruptura con una etapa y fueron una declaración de intenciones de volver a dar primacía a los guiones sobre el dibujo, siendo una alternativa al ya entonces superado estilo Image.