jueves, 28 de diciembre de 2006

The Daredevils de Alan Moore


The Daredevils o cómo Alan Moore da la vuelta al Universo Marvel. El nº 1 de esta serie repentinamente truncada fue publicado en el año 1982. Se trata del primer episodio de un nuevo grupo formado por Daredevil, Spiderman y el Capitán Britania; y es uno de los pocos trabajos de Alan Moore para Marvel. Aunque permanecía inédito en nuestro país, este número especial de 48 páginas llegó a mis manos a través de un viejo amigo que lo había conseguido en una librería de lance. Mi nivel de inglés no es ninguna maravilla, pero ayudado con mi diccionario me atreví a leerlo y la verdad es que me ha gustado muchísimo.

Alan Moore es el más grande de los guionistas que ha dado el medio, sus propuestas siempre son imaginativas y arriesgadas, y así actuó a la hora de acometer este proyecto de encargo. Marvel buscaba conquistar al público británico y encomendó al barbudo guionista inglés la tarea de crear un supergrupo en el que estuvieran presentes personajes importantes de la casa de las ideas junto al Capitán Britania (al que ya estaba guionizando). El dibujante que eligió Moore para acompañarle no podía ser otro que Alan Davis con el que ya había trabajado en otros cómics ingleses como D.R. & Quinch. Poco tengo que decir de este magnífico y elegante dibujante. El resultado final de su trabajo en este cómic es absolutamente asombroso.

En este sentido, este cómic está en la misma línea que el muy posterior SUPREME de Moore, es una vuelta a los orígenes de los superhéroes, a las edades doradas, ya que se deja atrás el pesimismo de obras como Watchmen o Miracleman, y el universo superheroico se llena de colores, de personajes vitales, cargados del sentido de la maravilla propia del género. Moore homenajea al superhéroe, revive el perdido sentido de la aventura, reinventa los personajes ya clásicos y los devuelve al Universo Marvel . Así, Spiderman nunca ha sido retratado con tanto ingenio, Daredevil aparece dotado de un aliento épico inigualable y el Capitán Britania… bueno, ya lo vimos en los episodios guionizados por el genio inglés. Todo es válido para dejarnos ese regusto a cómic clásico de toda la vida.

La investigación del asesinato de la mujer de Plastic Man nos retrotrae a Watchmen, pero la investigación se desarrolla dentro de la comunidad superheroica, con un método atípico que desvela quién es el culpable en una ingeniosa trama sobrenatural en la que no faltan las motivaciones sociales y psicológicas que explican el horrible crimen.

De todas maneras destacaría el capítulo final que sirve a modo de epílogo y que es un homenaje a uno de los más grandes: Jack Kirby. Kirby se encontraba cercano al final de su obra y Alan Moore le rinde un maravilloso tributo en vida, escribiendo una serie de páginas fantásticas a modo de complemento y con ese regusto a cómic clásico que sirven para que Davis se luzca con un estilo a lo Kirby que resulta totalmente sorprendente.

Las desavenencias ya sobradamente conocidas de Moore con Marvel impidieron la continuación de una obra que seguramente habría revolucionado el cómic de superhéroes. Una lástima, pero siempre nos quedará acudir a la Biblioteca Imaginaria en la que se encuentran aquellos libros y aquellos cómics jamás escritos y que pudieron ser obras maestras en nuestros sueños.

5 comentarios:

  1. Podrías escanearlo y pasarmelo por el mercado negro.

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  2. ¿qué mercado negro? Será una inocentada Markitos...

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  3. No, escanea el tebeo y me lo pasas vía e-mail, como si fuera mercado negro.

    Que tenga que explicarte la piratería a tu años.

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