El reino invisible de Grant Morrison

Último tomo de la inquietante serie urdida y pergeñada por el calvo genio escocés. El final de la cuenta atrás de la alucinación psicotrópico mental más desquiciante jamás escrita. Morrison nos hace entrar en comunión con las partes más profundas del subconsciente colectivo de los rebeldes, los revolucionarios y de aquellos para los que la imaginación bordea con las remotas (o no tan remotas) fronteras de la locura.

La lectura de este último libro sagrado del surrealista apóstol nacido en Glasgow, es una experiencia vital, está más allá de la simple lectura de un cómic que pueda más o menos entretenernos, que pueda transmitirnos alguna idea. El reino invisible entra en nuestro subconsciente y nos provoca pesadillas en entornos oníricos inexplorados por otras obras. El episodio de la muerte de Edith en la India me parece soberbio, pocas veces se ha relatado en un cómic una aproximación tan serena y a la vez misteriosa al hecho de la muerte. El dibujo de Sean Phillips es estupendo, ya que capta el ambiente, la sensualidad y la espiritualidad de la India de una manera prodigiosa. El elenco de dibujantes que se hacen cargo de la parte gráfica de la palabra revelada por Morrison es impresionante, pero la guinda, el cierre perfecto lo proporciona un Frank Quitely alucinante y totalmente perturbador.

Los Invisibles de Morrison es una serie que he seguido apasionadamente desde su inicio. Publicada primero por Norma, continuada y finalizada por Planeta, ha ido llevándonos por vericuetos inverosímiles, mostrándonos el eterno enfrentamiento de la libertad frente al orden establecido, la revolución y el cambio frente al inmovilismo, la fantasía y la creación frente a la realidad y el frío intelecto, la locura frente al racionalismo. Las locas teorías de la conspiración, los extraterrestres, los seres de otras dimensiones, la magia, los poderes paranormales, todo ello en una gran coctelera mental que agitada de forma onanista por Morrison salpica como una eyaculación mental las páginas de un cómic que puede causar tantos rechazos como adhesiones.

Los Invisibles están ahí, pero la sociedad y el orden establecido no los ven, o más bien no los quieren ver. Su invisibilidad es su debilidad, pero a su vez su fuerza. El combate y el enfrentamiento perdurará a través del tiempo y del espacio. El adoctrinamiento nunca cesará, porque siempre habrá rebeldes que se opongan al sistema. Pero,… querido lector, la guerra no sólo se librará en la páginas de este cómic, sino que las traspasará y afectará a tu propia vida. Permanece atento, King Mob puede aparecer a tus espaldas y ofrecerte la conversión en un salvador de la humanidad y decirte:

Esta es tu última oportunidad. Después de esto, no hay vuelta atrás. Si tomas la pastilla azul la historia termina. Despertarás en tu cama y creerás lo que quieras creer. Si tomas la pastilla roja estarás en el País de las Maravillas y te enseñaré cómo de profunda es la madriguera del conejo. Recuerda que todo lo que te estoy ofreciendo es la verdad. Nada más. (Matrix)