Mi tebeoteca: Sandman Mystery Theatre

Sandman Mystery Theatre es una estupenda serie de la línea Vértigo de DC en la que Matt Wagner y Steven T, Seagle realizan una maravillosa nueva versión del personaje clásico Sandman, situando sus aventuras en los años 30. Se trata de un original justiciero que va enmascarado con una careta antigás, empleando su pistola para provocar una extraña somnolencia a los criminales mediante la emisión de un gas que les empuja a decir la verdad.

Lo más remarcable de los sólidos guiones de Wagner y Seagle, es la caracterización de los personajes. En especial de Wesley Dodds, el multimillonario alter ego de Sandman, retratado como un filántropo, dotado de una gran humanidad y de un elevado sentido de la justicia. La relación con su novia Dian Belmont, hija del fiscal del distrito, dista mucho del papel meramente decorativo que tenían estos personajes femeninos en los cómics más clásicos. Así, aparece como una mujer feminista que lucha por tener un papel activo en una sociedad en que la mujer era relegada al único rol de ama de casa. Dian ayuda a Sandman en sus investigaciones, se implica en los casos y cotillea con el objetivo de sacar la mayor información posible.

Pero sería injusto hablar sólo de los guionistas de esta colección, ya que el dibujo a cargo de Guy Davis es otro de los grandes alicientes de la serie. Este magnífico dibujante realiza un trabajo exquisito en el que refleja perfectamente el estilo de relato de género negro con toques pulp que tienen las historias de Sandman. Maravillosa es a su vez, la ambientación que diseña de Nueva York en la década de los años 30, con su arquitectura característica, los coches de época o el vestuario de los personajes, que aparecen caracterizados de una forma muy humana y real. En nada se parecen a los súper musculosos e hipertrofiados superhéroes que pueblan las páginas de la mayoría de los cómics actuales, en los que parece que para ser buen dibujante hay que mostrar mucho músculo y más volumen.

Las historias de Sandman Mystery Theatre se desarrollan en arcos argumentales de cuatro números americanos, de forma auto conclusiva, pero siguiendo un hilo argumental en cuanto a las relaciones de los personajes protagonistas. La estructura de las aventuras de Sandman suele ser siempre similar, con la aparición de un asesino, la investigación, y el enfrentamiento posterior. El tono de las historias recuerda a los pulps de la época, pero Wagner y Seagle suelen ir más allá de la mera aventura, haciendo un análisis de la sociedad y de la naturaleza humana muy próximo al que se hace en las historias de género negro, en las que el crimen suele ser la punta del iceberg de una sociedad corrupta y decadente en sus valores. De esta manera, los guiones están construidos con una solidez inusual, y los diálogos son de lo mejorcito que se puede leer actualmente.



En definitiva, estamos ante una colección que considero imprescindible, ya que es cómic con mayúsculas, con guiones inteligentes, bien estructurados, personajes creíbles, aventuras muy entretenidas y un dibujo con gran personalidad. Por lo tanto, digno de estar en la mejores tebeotecas.