jueves, 3 de mayo de 2007
Doom Patrol, el postmodernismo innovador
Hay obras que suponen un avance, una ruptura, que son innovadoras. En el cómic, dentro del género de superhéroes, también hay muchos ejemplos de este tipo de obras. Es cierto que el género tiene muchos años, muchas páginas, está dominado por el mercantilismo más exacerbado, y desprecia muchas veces al autor, primando el personaje por encima de todo. Pero a veces aparecen artistas que dan a luz obras clave en la historia no sólo del género sino también del medio (para ampliar este debate me remito a este post del interesante blog mis comis).
El cómic de superhéroes es ideal para entretener, y da lugar a un escapismo que otros géneros no proporcionan. Sin embargo, el aficionado a veces pide algo más, y sobre todo con el paso de los años uno se vuelve más exigente, por eso cuando aparecen obras innovadoras, el amor hacia este tipo de tebeos se renueva, porque reaparece la convicción de que los superhéroes no son sólo cosa de críos.
Así, Grant Morrison (autor siempre reivindicado, admirado y defendido desde este blog) reinventa el género con su personal versión de la Doom Patrol. Mucho se ha hablado de la psicodelia, del surrealismo, del absurdo de la serie. Yo me voy a centrar en otros aspectos que considero quizá más innovadores en el desarrollo de la colección. La gran aportación de Morrison no está en los aspectos estilísticos, ni siquiera narrativos, sino en el discurso. Así, en el número 50 USA de la serie, vuelve a aparecer la Hermandad de Dadá, extraño grupo de supervillanos que se enfrentan a la Doom Patrol en un conflicto que nada tiene que ver con la clásica dicotomía del mal contra el bien, sino que el enfrentamiento se produce entre lo racional versus el absurdo. En realidad, esta dialéctica es el leitmotiv de toda la obra de Morrison, desde Los Invisibles hasta Seaguy pasando, claro está, por la Doom Patrol.
Otro elemento realmente innovador es el de lo extraño, en este sentido, uno de los pocos referentes que podemos encontrar es el de Doctor Extraño de Steve Ditko, ya que lo que caracterizaba al superhéroe eran otros calificativos como sorprendente, imposible, poderoso, increíble…, pero no extraño. Y Morrison profundiza en el concepto haciendo del grupo realmente los héroes más extraños del mundo. Sólo tenemos que repasar las aventuras que viven, los miembros que componen el equipo, y los supervillanos a los que se enfrentan para observar que Morrison consigue crear ese clima de lo extraño que caracteriza a la serie. ¿Qué grupo superheroico tiene como miembro a un personaje como Danny, la calle?
En definitiva, lo innovador está más allá de las referencias artísticas y filosóficas que contiene este cómic, sino que se sitúa en un plano aún más profundo en el que el autor hace suyo el cómic y nos transmite una visión del mundo, del universo, de la vida, diferente, original, propia… Sólo tenemos que recordar que la Doom Patrol nunca consigue vencer a la Comunidad de Dadá, quizá porque Morrison se identifique más con los valores que éstos representan que con los que intenta proteger el grupo protagonista.
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estoy completamente de acuerdo :P
ResponderEliminarAdemás de todo lo que mencionas, hay que decir que es un tebeo francamente entretenido y muy divertido. El enfrentamiento casi constante entre lo absurdo y lo racional da escenas antológicas.
Por supuesto, el entretenimiento está asegurado. La parodia y el sentido del humor está presente en toda la serie.
ResponderEliminarPues siento deciros que yo me he aburrido en la mayoria de las historias, a excepción de las dos "batallas" contra la hermandad dadá y las historias que ha ido salido después del su número 50.
ResponderEliminarNo digo que no sean originales, pero muchas son muy largas (la historia del espacio es insoportable) y la idas de pelota de Morrison en ocasiones llegan a tal absurdo, que uno piensa que es lo primero que se le ha ocurrido o la resaca de su pastilla de extasis, que no tiene ni pies ni cabeza, y nos lo venden como la mayor abstracción del género.
Será que el tebeo a lo mejor ha envejecido mal, o que uno ya lleva tiempo leyendo tanto, o que el dibujo es horrible (no había alguien mejor), que algunas veces he leido como el que se lava los dientes por la mañana: sin interés.
Cuando me lea toda la serie del tirón, a lo mejor cambia mi opinión ahora.
Markitos, yo tenía una opinión parecida (aunque mejor) a la tuya antes. Me parecía una serie irregular con puntazos y tostones (tb la del espacio) pero cuando me volví a releer (12 años mayor) todo lo de zinco del tirón, me pareció no sólo genialmente homogénea sino una de las obras más vanguardistas y geniales de literatura (no sólo de comic) que me he echado a la cara. Y además, entonces Morrison todavía narraba de la hostia (últimamente le veo con muchas ideas pero poco storytelling, vomita la historia y no se preocupa tanto del viñeta a viñeta como en sus primeros tiempos).
ResponderEliminarY totalmente de acuerdo con lo del dibujante. Los números que dibujan Kelley Jones y (creo) Dringenberg dan una idea de lo que la serie hubiera sido con un dibujante de nivel. Y eso que Case me gustó mucho en el especial Predicador de caraculo pero aquí...
Totalmente deacuerdo, esto si es innovar, esto si es arriegar, esto si es tratar de dar un paso adelante (aunque sus repercusiones no fueran excesivas), este tebeo es imaginación y fantasía en estado puro, leerlo supone un esfuerzo recompensado por todas las sensaciones que te aporta, a mi personalmente me parece la mejor obra de Morrison, no tan "dura" como Invisibles y mucha más arriesgada e interesante que su (excelente)Animal Man o sus trabajos más comerciales.
ResponderEliminarLeer requiere un esfuerzo. Si aparece un vocablo que no se conoce, por ejemplo, ouroboros, hay que buscarlo más allá del diccionario de la Real Academia de la lengua española.
ResponderEliminarSi alguien se molesta en utilizar términos del arte, el ocultismo, la psiquiatria, la literatura o la alquimia para narrar una historia lo que debe hacer el lector es inquirir. De lo contrario se caerá en el rídiculo de la reseña fantasmal del Arte bello o vacío negativoideo (véase la reseña Sandman).
¿Qué viene después de lo 'moderno'? ¿Lo 'postmoderno'?
Postmoderno es un bello palabro carente de significado que jamás debería manchar el espacio del Tebeonauta.
Postmoderno es Grant Morrison, es la Doom Patrol, es el sinsentido, el absurdo, lo irracional. Efectivamente el vocablo carece de significado y ahí está su gracia.
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