
Hay obras que suponen un avance, una ruptura, que son innovadoras. En el cómic, dentro del género de superhéroes, también hay muchos ejemplos de este tipo de obras. Es cierto que el género tiene muchos años, muchas páginas, está dominado por el mercantilismo más exacerbado, y desprecia muchas veces al autor, primando el personaje por encima de todo. Pero a veces aparecen artistas que dan a luz obras clave en la historia no sólo del género sino también del medio (para ampliar este debate me remito a este
post del interesante blog
mis comis).
El cómic de superhéroes es ideal para entretener, y da lugar a un escapismo que otros géneros no proporcionan. Sin embargo, el aficionado a veces pide algo más, y sobre todo con el paso de los años uno se vuelve más exigente, por eso cuando aparecen obras innovadoras, el amor hacia este tipo de tebeos se renueva, porque reaparece la convicción de que los superhéroes no son sólo cosa de críos.
Así,
Grant Morrison (autor siempre reivindicado, admirado y defendido desde este blog) reinventa el género con su personal versión de la
Doom Patrol. Mucho se ha hablado de la psicodelia, del surrealismo, del absurdo de la serie. Yo me voy a centrar en otros aspectos que considero quizá más innovadores en el desarrollo de la colección. La gran aportación de
Morrison no está en los aspectos estilísticos, ni siquiera narrativos, sino en el discurso. Así, en el número 50 USA de la serie, vuelve a aparecer la
Hermandad de Dadá, extraño grupo de supervillanos que se enfrentan a la
Doom Patrol en un conflicto que nada tiene que ver con la clásica dicotomía del
mal contra el bien, sino que el enfrentamiento se produce entre
lo racional versus el absurdo. En realidad, esta dialéctica es el
leitmotiv de toda la obra de
Morrison, desde
Los Invisibles hasta
Seaguy pasando, claro está, por la
Doom Patrol.

Otro elemento realmente innovador es el de lo extraño, en este sentido, uno de los pocos referentes que podemos encontrar es el de
Doctor Extraño de
Steve Ditko, ya que lo que caracterizaba al superhéroe eran otros calificativos como sorprendente, imposible, poderoso, increíble…, pero no extraño. Y
Morrison profundiza en el concepto haciendo del grupo realmente
los héroes más extraños del mundo. Sólo tenemos que repasar las aventuras que viven, los miembros que componen el equipo, y los supervillanos a los que se enfrentan para observar que
Morrison consigue crear ese clima de lo extraño que caracteriza a la serie. ¿Qué grupo superheroico tiene como miembro a un personaje como
Danny, la calle?
En definitiva, lo innovador está más allá de las referencias artísticas y filosóficas que contiene este cómic, sino que se sitúa en un plano aún más profundo en el que el autor hace suyo el cómic y nos transmite una visión del mundo, del universo, de la vida, diferente, original, propia… Sólo tenemos que recordar que la
Doom Patrol nunca consigue vencer a la
Comunidad de Dadá, quizá porque
Morrison se identifique más con los valores que éstos representan que con los que intenta proteger el grupo protagonista.