Los mejores cómics del 2006

Leyendo este post de La cárcel de papel, veo que ya empiezan a salir las relaciones de los mejores cómics del 2006. Los que me siguen habitualmente ya conocen mi afición por este tipo de listas. De hecho, el año pasado ya planteé en algún comentario, que los blogs adscritos a Tebelogs deberíamos de votar para confeccionar el Top Ten de los mejores cómics de año, que serviría de guía representativa de los gustos de los blogueros sobre los cómics más relevantes a nuestro entender. No sé si esta idea puede interesar, pero yo lanzo el guante para ver si alguien lo recoge, y así entre todos los interesados podamos establecer una operativa y unas normas mínimas. Y si la cosa no interesa, siempre estarán las listas de cada bloguero, y que cada cual atienda a la que más coincida con sus gustos.

Me permito la libertad de copiar del post de Álvaro la lista de las mejores novelas gráficas según Publisher’s Weekly:
- Lost Girls, de Alan Moore y Melinda Gebbie (Top Shelf)
- Fun Home, de Alison Bechdel (Houghton Mifflin)
- Scott Pilgrim and the Infinite Sadness, de Bryan Lee O’Malley (Oni Press)
- Making Comics, de Scott McCloud (HarperCollins)
- Ghost of Hoppers, de Jaime Hernandez (Fantagraphics)
- Curses, de Kevin Huizenga (Drawn & Quarterly)
- American Born Chinese, de Gene Yang (Roaring Brook/First Second)
- Can’t Get No, de Rick Veitch (DC/Vertigo)
- The 9/11 Report: A Graphic Adaptation, de Sid Jacobson y Ernie Colon (Hill & Wang)
- Dragon Head Vol. 1, de Minetaro Mochizuki (Tokyopop)

A mí personalmente, me parecen muy interesantes Lost Girls del gran Alan Moore, Making Comics de Scott McCloud y Can’t Get No de Rick Veitch. El único que se ha publicado en España, por la editorial Glénat, es el magnífico manga Dragon Head, de Minetaro Mochizuki. Publicado en España hace unos cuatro años, estamos ante una historia post apocalítica, en la que los protagonistas son unos adolescentes que han de sobrevivir en un mundo asolado por una tragedia nuclear. El tono casi terrorífico de la obra, el sufrimiento de los protagonistas, la tensión que se refleja, hacen que este cómic enganche y sea peligrosamente adictivo. El dibujo realista de Mochizuki, dotado de una gran narrativa y un sabio manejo del tempo de la historia proporciona a esta serie un atractivo visual fuera de lo común. El único pero que le pongo, sería el desenlace que nos deja algo fríos, no consiguiendo el clímax necesario que debe caracterizar a un cómic en el que el suspense es fundamental. Quizá sea un defecto común a muchos otros mangas. De todas formas, espero que estas líneas sirvan para que alguien recupere este buen manga.

Y con respecto a lo planteado al comienzo de mi post, espero vuestros comentarios.