Con este post comienzo el glosario de Kamandí, obra cumbre de Jack Kirby, muy poco reconocida y apreciada por el fandom. Que Kirby es el rey, es algo que no voy a descubrir ahora, se ha hablado de sus obras y milagros por activa y por pasiva. De toda su producción en solitario, en mi opinión, Kamandí es la más lograda, la más equilibrada, la que reúne todas las virtudes del maestro y en la que menos se aprecian sus defectos. Es cierto que siempre se menciona el Cuarto Mundo, los Eternos, el Capitán América… pero, en todos estos títulos, Kirby muestra una gran irregularidad en el desarrollo de las tramas que alternan momentos brillantes con auténticas estupideces. La falta de coherencia y de planificación en sus guiones hace de estos cómics, que son auténticas fuentes de inspiración para muchos autores, productos inacabados e incompletos faltos de cohesión interna.
Sin embargo, Kamandí es el perfecto ejemplo de cómic de acción de tono aventuresco, en el que el protagonista se ve inmerso en un viaje desquiciado y alucinante por un mundo post apocalíptico.
El número 1 USA, comienza con un Kamandí navegando en una balsa hinchable por un mar que cubre la antigua ciudad de Nueva York. Vemos una impresionante doble página en la que resalta sin lugar a dudas la imagen semidestruida de la Estatua de la Libertad, constituyendo todo un homenaje a la película El Planeta de los Simios. De hecho todo el cómic es en realidad una especie de versión de este film, pero tamizada por la febril imaginación de Jack Kirby.
En el mundo de Kamandí, los humanos son las bestias, y los animales han evolucionado adquiriendo humanidad e inteligencia. Vaya, que estamos ante el mundo al revés. Así, no sólo veremos versiones simiescas humanizadas, sino también de lobos, tigres, ratas, leones… comportándose como tu vecino, tu jefe, o sin ir más lejos como tú mismo.
En este primer episodio, Kamandí se encuentra con el Gran César, un tigre evolucionado que, como su nombre indica, se dedica a la conquista y a la guerra. Kamandí se ve envuelto en una loca batalla de tigres contra leopardos, tras la que es apresado y encerrado con otros humanos. Toda esta aventura recuerda al apresamiento de Charlton Heston en la mencionada película el Planeta de los Simios; incluso la aparición de un misil atómico que es objeto de adoración por los tigres, es otro elemento que aparece en la saga cinematográfica. Todos estos ingredientes son combinados por Kirby de tal manera que entran plenamente en su universo y en su forma de hacer y entender los cómics. La acción es desquiciante, la sucesión de acontecimientos deja al lector sin respiro. Es imposible aburrirse con este cómic, que finaliza con el encuentro de Kamandí con otro humano inteligente, Ben Boxer, auténtico antecedente del Coloso de los X Men.
Joer, pues con tu reseña me han entrado ganas de pillármelo.
ResponderEliminarNo te lo pierdas Ternin, que es un clasicazo...
ResponderEliminarSiempre tengo el mismo problema con estos tomos: el color. Veo las viñetas tan chulas que has puesto tú, y luego comparo con el tomo de Planeta que tengo.....y claro: No hay color (valga el cutre-juego de palabras), tengo la sensación de que por el camino se ha quedado más de medio tebeo
ResponderEliminarTienes toda la razón josé carlos. La edición de Planeta tiene el gran defecto de no tener color. Es cierto que el color de aquella época no era muy bueno, pero le daba ese toque festivo y hasta chillón tan necesario para disfrutar de las aventuras de Kamandí en toda su plenitud.
ResponderEliminarDesde aquí reivindico una nueva edición de Kamandí a todo color.
Hola, Tebeonauta, lo nuestro es pura simetría: me he cogido de mi tienda de comics el tomo uno y dos de Kamandí de Planeta y ahora haces esta reseña. Estoy deseando leerlos. Me has hecho babas la boca con tus palabras. Cuando me los lea, comentamos.
ResponderEliminarEspero que disfrutes con ellos. En mi caso hay un componente nostálgico, ya que me leí de crío algunos episodios editados por Novaro.
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