miércoles, 14 de marzo de 2007

El Green Lantern de la Silver Age


El post de ayer servía de prólogo a las reflexiones que quiero hacer hoy en torno al cómic de superhéroes actual, y que me han venido provocadas por la lectura del primer tomo de la colección Green Lantern-Clásicos DC editada por Planeta.

En las ilustraciones de ayer veíamos a un Gil Kane en su apogeo, cosa que no sucede con estos primeros episodios situados en los años 1959 y 1960 en los que este magnífico artista daba sus primeros pasos y todavía no había desarrollado del todo el estilo que tanto le caracterizaría. Aún con todo, estos números son un ejemplo de profesionalidad y buen hacer que hay que considerar en su contexto histórico. Evidentemente no estamos ante el mejor Gil Kane, pero su lectura resulta agradable y la narrativa bien resuelta.

En cuanto a los guiones de John Broome son historias sencillas, algo ingenuas pero llenas de creatividad. Estos tebeos no son obras maestras, está claro, pero me resultan muy entretenidos, y en este sentido he de decir que como aficionado al cómic de superhéroes echo en falta algo que tienen estos cómics y que desgraciadamente se ha perdido ahora. Y es que se asumen las pautas del género sin más pretensión que la de entretener. Así, en este recopilatorio asistimos al nacimiento del Green Lantern de la Silver Age, Hal Jordan, y vemos todos aquellos elementos que constituyen el mito de Linterna Verde: el origen del personaje, el juramento, la batería con la que recarga el anillo, el color amarillo como única debilidad, los Guardianes del Planeta OA, la relación amorosa con Carol Ferris… Momentos que fueron magníficamente recordados por Darwyn Cooke en la excelente miniserie DC: New Frontier. Las historias tienen un estilo de ciencia ficción de cine de serie B muy propio de la época, con la aparición de monstruos, científicos locos y seres de otras dimensiones que hacen las delicias de cualquier aficionado a este género.

El paso de los años llevó al superhéroe a ser un tipo que se lamentaba de su condición, para después hacerse violento, terminando en el momento actual en casi renegar de su condición perdiendo incluso sus característicos uniformes de colores. Las historias se han hecho reiterativas, el margen de sorpresa es cada vez menor, la fórmula de éxito reside en los mega eventos y en la publicidad de determinados acontecimientos anunciados por toda la maquinaria marketiniana de las dos principales multinacionales (Marvel y DC). El aficionado ya sabe lo que va a leer de antemano, y los personajes están lastrados por un largo pasado en el que se les ha exprimido al máximo. Por eso resulta muy agradable volver a leer aquellas viejas historias en las que el superhéroe era un paladín del bien, en las que se asumía su condición, en las que el elemento romántico funcionaba como motor de la trama argumental. Green Lantern asistía a fiestas ataviado con su uniforme, bailaba con chicas, era perseguido por sus fans femeninas, colaboraba en actos de beneficencia y vivía en un mundo en el que imperaba el bien, que era opuesto al mundo de los Qward, en el que como un oscuro reverso de su universo lo que imperaba era el mal. Eran tebeos donde todo era más sencillo, pero a su vez más ingenioso, las aventuras ocupaban 12 páginas y no se estiraban como el chicle, y los guionistas debían de buscar cada mes un nuevo giro argumental para atrapar al lector.

Por todo ello, creo que los aficionados debemos de reivindicar estos cómics de la Silver Age, para que de alguna manera el espíritu de esas viejas historietas vuelva y sepulte tanta operación de Marketing y tanto megamacroevento en el que sólo se busca sacarnos impunemente los cuartos.

7 comentarios:

  1. Creo que tienes mucha razon. Somos los lectores, en el caso de estar insatisfechos, los que debemos empezar por independizarnos del marketing y marcar nosotros el paso, no como ahora que lo hacen las editoriales con el lema: esto o nada!

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  2. Pues sí, lord pengallan. Los lectores desgraciadamente damos la razón a todas las estrategias de marketing, ya que los cómics que ellos quieren que se vendan, se venden como churros independientemente de su calidad.

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  3. Yo pienso en lo referente al marketing, que su fuerza e influencia es muy común en toda la industria del entretenimiento americana, de hecho es muy famosa la frase "dime cuanto te gastas en publicidad y te diré cuanto recaudaras en taquilla", pero creo que en si el marketing no tiene nada de perjudicial, es decir como herramienta de venta no tiene por que no perjudicar ni beneficiar a la calidad de (en este caso) los comics a los que se refiere, como herramienta de venta solo trata de exaltar virtudes y minimizar defectos, pero en si no debería afectar a los comics en nada, salvo en que estén más expuestos...y aquí es donde deriva gran parte del problema, y es que con tanto anuncio tanta previa y tanta pretenciosidad de trascendencia se acaba con un elemento que antes era clave en los comics de superhéroes, esto es la sorpresa, ya que hoy en día es raro que nada te pille de nuevas, esto se une además al otro gran problema del comic de superhéroes de hoy, y es que hoy en día pienso que estamos asistiendo lentamente a la muerte de la grapa, si no como formato si como concepto, es decir la idea de en 22 páginas (o menos incluso)que contara un historia completa a la par que desarrollara argumentos secundarios y tal se esta perdiendo en función de una estructuración en arcos arguméntales más fáciles de explotar comercialmente, con esto no estoy pidiendo la vuelta de la forma de hacer las cosas de los 60, por que aunque a mi particularmente y salvo excepciones (Thor y los 4F sobre todo) y reconociendo su valor histórico no es una forma de hacer comics que me llene, (sus malos teatreros, tramas simplonas de conquista mundial, romances no culminados etc), pero lo cierto es que entonces se sabía manejar el formato y se sabía como contentar al lector ofreciendo en un episodio muchos ingredientes y un buen rato de lectura, hoy tanto en Marvel como en DC leer la mayoría de las grapas puede llegar a ser desesperante y para disfrutar de una historia de verdad tienes que leer todo el arco argumental seguido, no se no creo que sea un tema de solución fácil por que es obvio que les esta funcionando, pero no creo que sea el camino a seguir.

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  4. Evidentemente los cómics de superhéroes han evolucionado, y sería absurdo hacer tebeos como estos de Green Lantern. Lo que sí reivindico es asumir algunos esquemas del género que pienso se están perdiendo. Stan Lee hizo unos héroes que pensaban que estaban malditos por sus poderes y esa fórmula se ha exprimido en exceso. La violencia impuesta por Miller también ha sido exagerada al máximo. El estirar los guiones en muchos episodios, lo macroeventos, creo que son males del cómic de superhéroes actual.

    La escasez de ideas, y la falta de frescura es moneda de cambio actual. Precisamente cómics como Hulka (que a mí no me gusta) o Invencible están atrayendo la atención porque en cierta forma recuperan esa ingenuidad y ese disfrutar del género que la mayoría de las series han perdido.

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  5. Si es cierto comics como Hulka o Invencible triunfan por eso, apelan a los aspectos más clásicos del genero, y sobre todo no buscan un realismo exagerado son conscientes de las virtudes iniciaticas del género y tratan de explotarlas al máximo.

    A mi por ejemplo me encantan los comics de superhéroes que aportan un matiz realista, que tratan de ir más allá de lo normal en el genero y hacen una mezcolanza de la que salen obras de gran calidad como Ruleta, Watchmen o en muchísima menor medida Crisis de Identidad, son comics que cuestionan la naturaleza y la función del héroe, y suelen ser muy buenos, pero como algo puntual, el problema es cuando este tipo de comics se apoderan al completo del género, ya que terminan por deslucirlo y abocarlo a un callejón sin salida.

    Creo que en los comic de supes se ha de ser conscientes que aunque los supes pueden ser metáfora de muchas cosas un excesivo realismo termina desnaturalizando un género que al fin y al cabo en su esencia se basa en gente que se disfraza y se dedica a desfacer entuertos, si se trata de aproximar este concepto demasiado a la realidad (y creo que algo de eso parece estar pasando ahora) se corre el riesgo de que se pierda la "suspensión de la incredulidad" y el género salga muy dañado, en fin veremos.

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  6. Estoy contigo en tu razonamiento, Tebeonauta. De hecho, algo de toda esta problemática hay en mi abandono progresivo de las series "de pijamas" que se están haciendo en la actualidad. De todas las que hacía, me parece que ya sólo continúo con Hulka y Wonder Woman. Por fidelidad al personaje esta última, que no estoy nada de acuerdo con lo que ha ocurrido en la previa a Crisis Infinitas y todo el asunto con Maxwell Lord; un ejemplo perfecto de ese "realismo sucio" que termina manchando personajes que, para bien o para mal, son iconos y representan -o deberían representar- ciertas cosas. Pero bueno, ésta es sólo mi opinión como lector... y como tal, escojo dejar estar este tipo de tebeos hasta que el péndulo complete otro ciclo y todo vuelva a ser como antes, si es que eso llega a ocurrir (precedentes hay... pensad en Hal Jordan, por ejemplo). Que esto (crossovers, muertes de personajes emblemáticos, golpes de efecto de los departamentos de marketing, "superhéroes" que matan y villanos que más todavía...) ya lo vivimos en los 90 y la gente se terminó cansando. Y mientras, siguen habiendo cantidad de tebeos interesantes en otros géneros, o antiguos, por descubrir.

    P.S. lo que han hecho con Catwoman, justo antes y después del OYL... no digo nada por no "spoilear" pero, para mí, la historia del personaje termina con Brubaker, y ya veremos si algún día volverá a ser lo que era.

    P.S. 2: Tebeonauta, tú que eres fan y entendido en Kirby: ¿qué te parece OMAC? ¿Lo recomendarías?

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  7. Pues sí, al final hay que elegir las etapas de los personajes que más se identifiquen con nuestros gustos.

    Con respecto a OMAC, lo tengo aquí al lado en la mesa y voy a leerlo este fin de semana. Prepararé una reseña para ES LA HORA DE LAS TORTAS!!! De todas maneras Kirby es siempre Kirby, yo siempre le doy un voto de confianza.

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