5. SAY HELLO TO BLACK JACK
En el año 2005 este estupendo manga fue mi cómic favorito. En el 2006 ha bajado al quinto puesto, quizá porque el pasado año fue bastante mejor que el anterior en cuanto a calidad de la las obras publicadas, lo que ha hecho muy difícil elegir un top ten de mejores cómics. Aún con todo, los que me siguen saben que soy un entusiasta de este manga japonés, que me parece que está injustamente olvidado por el aficionado español.
Los tomos publicados en el 2006 desarrollan el arco argumental titulado Unidad de Psiquiatría. Si bien en anteriores episodios Syuho Sato realizaba una crítica feroz al sistema sanitario japonés (que ha ocasionado debates parlamentarios y hasta cambios en la Sanidad japonesa), en esta ocasión el palo se lo llevan los medios de comunicación y el tratamiento simplista que hacen de un tema como la locura, en el que se busca el sensacionalismo, en lugar de hacer un tratamiento serio y riguroso de las enfermedades mentales como problema social y humano.
Una de las cosas que me gusta mucho de este manga es que los diferentes problemas que aborda los trata desde diversos puntos de vista, y siempre incidiendo en la parte humana, en los sentimientos de los protagonistas. En este sentido resulta conmovedora la relación amorosa, magistralmente descrita por Sato, entre dos enfermos sometidos a tratamiento psiquiátrico. Como he comentado en otras ocasiones este no es un cómic complaciente, no se busca el mero entretenimiento, sino que lo que pretende es que pensemos y seamos conscientes de problemas que parecerían ajenos a nuestra vida cotidiana, pero que están ahí, en la calle y que afectan a una importante capa de la población. Así, en Unidad de Psiquiatría, no sólo se refleja la repercusión social que tienen las enfermedades psiquiátricas, sino también el tabú que hay en nuestra sociedad en cuanto a este tipo de enfermedad e incluso el papel que juegan los medios de comunicación discriminando a estos pacientes por el mero hecho de padecer trastornos mentales.
El protagonista del manga, el doctor Saito, homenajeando al Black Jack del gran Tezuka, busca un compromiso humano con sus pacientes que, desgraciadamente, pocos profesionales de esta actividad conservan, quizá porque muchos de ellos han perdido los sueños de juventud que les llevaron a estudiar esa disciplina.
Por lo demás, este tebeo resulta muy entretenido y tiene todos los elementos comunes en el cómic japonés: buena narrativa, agilidad en la lectura y buen ritmo.
- Editorial:
- Guión:
- Dibujo:
En el año 2005 este estupendo manga fue mi cómic favorito. En el 2006 ha bajado al quinto puesto, quizá porque el pasado año fue bastante mejor que el anterior en cuanto a calidad de la las obras publicadas, lo que ha hecho muy difícil elegir un top ten de mejores cómics. Aún con todo, los que me siguen saben que soy un entusiasta de este manga japonés, que me parece que está injustamente olvidado por el aficionado español.
Los tomos publicados en el 2006 desarrollan el arco argumental titulado Unidad de Psiquiatría. Si bien en anteriores episodios Syuho Sato realizaba una crítica feroz al sistema sanitario japonés (que ha ocasionado debates parlamentarios y hasta cambios en la Sanidad japonesa), en esta ocasión el palo se lo llevan los medios de comunicación y el tratamiento simplista que hacen de un tema como la locura, en el que se busca el sensacionalismo, en lugar de hacer un tratamiento serio y riguroso de las enfermedades mentales como problema social y humano.
Una de las cosas que me gusta mucho de este manga es que los diferentes problemas que aborda los trata desde diversos puntos de vista, y siempre incidiendo en la parte humana, en los sentimientos de los protagonistas. En este sentido resulta conmovedora la relación amorosa, magistralmente descrita por Sato, entre dos enfermos sometidos a tratamiento psiquiátrico. Como he comentado en otras ocasiones este no es un cómic complaciente, no se busca el mero entretenimiento, sino que lo que pretende es que pensemos y seamos conscientes de problemas que parecerían ajenos a nuestra vida cotidiana, pero que están ahí, en la calle y que afectan a una importante capa de la población. Así, en Unidad de Psiquiatría, no sólo se refleja la repercusión social que tienen las enfermedades psiquiátricas, sino también el tabú que hay en nuestra sociedad en cuanto a este tipo de enfermedad e incluso el papel que juegan los medios de comunicación discriminando a estos pacientes por el mero hecho de padecer trastornos mentales.
El protagonista del manga, el doctor Saito, homenajeando al Black Jack del gran Tezuka, busca un compromiso humano con sus pacientes que, desgraciadamente, pocos profesionales de esta actividad conservan, quizá porque muchos de ellos han perdido los sueños de juventud que les llevaron a estudiar esa disciplina.
Por lo demás, este tebeo resulta muy entretenido y tiene todos los elementos comunes en el cómic japonés: buena narrativa, agilidad en la lectura y buen ritmo.
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