3. DAREDEVIL: REDENCIÓN
Lo primero decir que este cómic es un tanto atípico, y no sólo respecto al personaje principal Daredevil, sino también respecto a la producción media de la Marvel. Su singularidad radica en el tratamiento realista de la historia, en la que el protagonismo se cede a Matt Murdock, cumpliendo Daredevil un papel meramente simbólico y hasta alegórico.
La reflexión fundamental de este cómic gira en torno al mal funcionamiento de un sistema judicial que permite que se condene a personas que son inocentes, pero lo peor de todo es que el juicio ya no es sobre unos hechos objetivos, sino que se juzga a los acusados por ser diferentes, por tener otras creencias, por su forma de vestir, por sus gustos musicales.
Pero es que además, Hine profundiza en esa América profunda, endogá¡mica y conservadora, en la que la religión cristiana cumple una función castrativa y represora. Es en ese ambiente en el que inevitablemente surge un rechazo a todo lo que es diferente, en el que no se toleran las disidencias y en definitiva donde surge la hipocresía más repugnante.
Matt Murdock se involucra en el caso por esa búsqueda incansable de la justicia que caracteriza al personaje. Daredevil es la figura que sirve de contrapunto, adoptando el papel de demonio vengador, pero no justiciero, ya que el orden social representado por los tribunales de justicia y el sistema penitenciario no es alterado en ningún momento por la figura del superhéroe. Solamente en la imaginación, en nuestras fantasías albergamos la esperanza de que un héroe salvador que esté por encima de la ley, ejerza la justicia verdadera.
En cuanto al estilo del dibujante Michael Gaydos, es totalmente adecuado al tono de la historia. El dominio del juego de luces y sombras, y el realismo que da a sus dibujos hacen que el cómic tenga un tono oscuro y amargo.
En definitiva, estamos ante un tebeo magnífico, de esos que se devoran desde sus primeras páginas, en el que el guionista nos ha querido plantear algunos temas que dan lugar a la reflexión, y en el que tras su lectura queda un regusto amargo.
La semana que viene mis dos cómis favoritos del 2006...
- Editorial:
- Guión:
- Dibujo:
Lo primero decir que este cómic es un tanto atípico, y no sólo respecto al personaje principal Daredevil, sino también respecto a la producción media de la Marvel. Su singularidad radica en el tratamiento realista de la historia, en la que el protagonismo se cede a Matt Murdock, cumpliendo Daredevil un papel meramente simbólico y hasta alegórico.
La reflexión fundamental de este cómic gira en torno al mal funcionamiento de un sistema judicial que permite que se condene a personas que son inocentes, pero lo peor de todo es que el juicio ya no es sobre unos hechos objetivos, sino que se juzga a los acusados por ser diferentes, por tener otras creencias, por su forma de vestir, por sus gustos musicales.
Pero es que además, Hine profundiza en esa América profunda, endogá¡mica y conservadora, en la que la religión cristiana cumple una función castrativa y represora. Es en ese ambiente en el que inevitablemente surge un rechazo a todo lo que es diferente, en el que no se toleran las disidencias y en definitiva donde surge la hipocresía más repugnante.
Matt Murdock se involucra en el caso por esa búsqueda incansable de la justicia que caracteriza al personaje. Daredevil es la figura que sirve de contrapunto, adoptando el papel de demonio vengador, pero no justiciero, ya que el orden social representado por los tribunales de justicia y el sistema penitenciario no es alterado en ningún momento por la figura del superhéroe. Solamente en la imaginación, en nuestras fantasías albergamos la esperanza de que un héroe salvador que esté por encima de la ley, ejerza la justicia verdadera.
En cuanto al estilo del dibujante Michael Gaydos, es totalmente adecuado al tono de la historia. El dominio del juego de luces y sombras, y el realismo que da a sus dibujos hacen que el cómic tenga un tono oscuro y amargo.
En definitiva, estamos ante un tebeo magnífico, de esos que se devoran desde sus primeras páginas, en el que el guionista nos ha querido plantear algunos temas que dan lugar a la reflexión, y en el que tras su lectura queda un regusto amargo.
La semana que viene mis dos cómis favoritos del 2006...
Este si lo tengo. La verdad es que está muy bien, aunque con un final muy predecible. El trabajo de Gaydos es estupendo.
ResponderEliminarLa historia tiene varios finales ¿a cuál te refieres? De todas manera el final es el lógico para el desarrollo del cómic.
ResponderEliminarQuién es el malo, el asesino, es predecible.
ResponderEliminarYa, pero eso no es lo más importante del cómic, y además no engaña a nadie. No como Identity Crisis, que quien resulta como asesino es alguien que aparece ahí después de engañarnos a los lectores.
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