Los Nuevos Titanes de Marv Wolfman y George Pérez son el mejor ejemplo de cómo se debe de hacer un cómic de un grupo de superhéroes a la vieja usanza, llegando a ser todo un clásico del género y a mi modo de ver un modelo a seguir para los actuales autores de este tipo de cómics.
La fórmula no se puede decir que sea ni muy revolucionaria ni muy innovadora, pero están los ingredientes tan bien elegidos y dosificados, que el producto final resulta fresco, atractivo y sumamente entretenido.
Marv Wolfman nos presenta al grupo mediante un sueño/pesadilla precognitiva de Robin, siendo éste uno de los arranques más imaginativos de un equipo de superhéroes. Los personajes que forman este equipo son jóvenes que han dejado atrás la adolescencia y que reivindican un nuevo protagonismo en el Universo DC, independizándose de sus tutores (Batman, Flash, Wonder Woman) y teniendo tanta entidad como pueda tenerla la Liga de la Justicia (el equipo de los adultos).
Se trata de un relevo generacional dentro del Universo DC. Esta temática, lógicamente engancha a los lectores de la serie que también son jóvenes, y produce el deseado efecto identificación lector/personaje que tan buenos resultados ha dado en el cómic. Como jóvenes que son, Marv Wolfman busca problemáticas propias de la edad y da en el clavo con el conflicto padres/hijos. En este sentido vemos el enfrentamiento Ciborg/padre, Raven/Trigon, Robin/Batman (padre adoptivo), e incluso el de Starfire con su progenitor. Todo esto sin olvidar otros conflictos similares como el del supervillano Exterminador con su propio hijo. Esta temática es la que proporciona a la serie sus momentos más brillantes y sus mejores sagas.
La humanización de los personajes mediante el enfrentamiento de cada uno de ellos con esta problemática tan juvenil es uno de los aciertos de Wolfman, que se muestra como un buen artesano del cómic. Otro elemento propio de la edad juvenil es el sentimiento de pertenencia a un grupo en el que sus componentes son amigos por encima de todo. Esto es algo que diferencia definitivamente a los Nuevos Titanes de los mayores, la Liga de la Justicia, en el que las relaciones son mucho más "profesionales" y no tan de pandilla. En este ambiente, lo normal es que las relaciones interpersonales de los Titanes sean mucho más próximas y más complejas que lo que sucede en otros supergrupos.
Estos detalles son los que hacen de los Nuevos Titanes una serie distinta, ya que sus aventuras son un refrito de otras que ya hemos leído en otros cómics; así vemos cosas de los X Men de Claremont, amenazas a lo Galactus (la llegada de Trigon), grupos de supervillanos como en los Vengadores o en los 4 Fantásticos...
El otro gran acierto de la colección es el dibujo del inconmensurable George Pérez. La imaginación de este dibujante, el perfeccionamiento de sus dibujos, la belleza de las mujeres que muestra, el detallismo de sus acabados, hacen de Pérez uno de los mejores dibujantes de superhéroes que ha habido. Sólo hay que decir que esta pareja de autores fueron los encargados de realizar esa joya de la DC "Crisis en Tierras Infinitas".
Por último, agradecer a Planeta DeAgostini la publicación de esta serie en el nuevo sello clásicos DC, que esperemos sea tan prolífico como las Bibliotecas marvel y que nos dé a todos los aficionados la oportunidad de disfrutar de estas obras a veces tan injustamente olvidadas.
